San Antonio Abad
Su festividad se celebra el 17 de enero.
Santoral
Antonio nació en el pueblo de Comas, cerca de Heraclea, en el Alto Egipto. Se cuenta que cuando tenía veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendo ascética, durmiendo en un sepulcro vacío. San Antonio fue tentado continuamente por el diablo en el desierto. La tentación de san Antonio se volvió un tema favorito de la iconografía cristiana, representado por numerosos pintores de fuste.
La leyenda cuenta que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Por ello, suele representarse acompañado de un cerdo.
La festividad de San Antón en el valle del Jiloca
La devocion a San Antón ha sido muy intensa en todos los pueblos del valle del Jiloca, coincidiendo con el predominio de las actividades agropecuarias y los ritos de protección de los animales domésticos, de los que San Antonio Abad era su patrón.
Se celebran hogueras en casi todos los pueblos del valle del Jiloca, entre las que podemos destacar las de Aguatón, Alba, Alpeñés, acompañadas del canto de Albadas, Anento, Atea, Burbáguena, Cubel, San Martín del Río y Torre los Negros.
En algunos pueblos llegaron a funcionar cofradías y hermandades bajo la advocación de san Antón, formadas por ganaderos pero también por agricultures con animales de labor:
- Cofradía de San Antonio Abad (Burbáguena)
- Cofradía de San Antón de Calamocha
- Hermandad de la Unión de San Antón Abad (Tornos)
Más habitual es el peirón de san Antón, al que daban la vuelta los vecinos llevando a sus animales domésticos. Encontramos estos peirones en Badules, Burbáguena, Castejón de Tornos, Cosa, Cubel, Fombuena, Lagueruela, Tornos, Torrecilla del Rebollar, Val de San Martín, Valverde, Villafranca del Campo y Villar de los Navarros