Acueducto
Los acueductos o gallipuentes sirven para que la acequia, a través de un puente, pueda salvar obstáculos tales como el paso de barrancos, ramblas, caminos, etc. También eran utilizados cuando se cruzaban en altura dos cauces de agua, normalmente acequias de diferentes niveles, y no se querían mezclar. Como los gallipuentes son la parte más visible de la obra, ha quedado la costumbre de llamar Acueducto al propio puente. Forma parte de los elementos propios de la Arquitectura del agua.
Contamos con excelentes acueductos a lo largo del territorio, normalmente de pequeño tamaño, construidos para que las acequias puedan salvar ramblas o caminos. Los ejemplos conservados no permiten hablar de una tipología, sino más bien de una necesidad que se salva en función de la economía y las características orográficas del lugar.
Un caso aparte, tanto por la longitud que alcanza como por su antiguedad, sería el acueducto Albarracín-Cella