Marojal de Sierra Menera
En Sierra Menera aparece uno de los mejores bosques de marojos de toda la comarca del Jiloca. Su altitud propicia un ambiente más fresco y lluvioso lo que provoca un cambio en la vegetación. Las carrascas van dando paso progresivamente paso a rebollos y allí donde la humedad es mayor, sobre todo laderas exposición norte, aparece el marojo (Quercus pyrenaica).
Laderas de marojos y atalayas de rodeno forman un conjunto otoñal de tonos rojizos, amarillos y ocres con los que la sierra da la bienvenida a los primeros fríos. Entre ellos, en suelos algo más degradados, se intercala la jara e incluso la carrasca en las zonas más bajas, secas y soleadas. Las hojas del marojo no se caen con la llegada del invierno y permanecen sobre el árbol, si los vientos y la nieve invernales lo permiten, hasta bien entrada la primavera, cuando se desprenden empujadas por la salida de los nuevos brotes y cubren un suelo húmedo y fértil.