Sabina albar
La Sabina albar (Juniperus thurifera), es un árbol típicamente mediterráneo, muy bien adaptado a las condiciones climáticas de alta continentalidad (con grandes variaciones en la temperatura a lo largo del año), y alejada de la influencia marítima y oceánica. Cuando forma bosques recibe el nombre de sabinar. También forma bosques mixtos con carrascas, aunque tiende a ocupar zonas un poco más resguardadas y con mayor desarrollo del suelo (como sucede en el fondo del valle del Huerva). En el término de Bea, podemos encontrar varios ejemplares con alturas superiores a los 9 m, y perímetros de tronco superiores al metro y medio. Son árboles viejos que han quedado aislados entre campos de labor, que quedan como ejemplos de lo que en otros tiempos debía ser el Sabinar original.
Suele extenderse por áreas de suelos poco profundos, secos y en general menos favorables para otras formaciones, pues es una especie muy resistente a condiciones climáticas duras como temperaturas extremas, como consecuencia de la fuerte continentalización del clima de la zona, y periodos largos de sequía. También soporta suelos pobres en nutrientes. Es una especie, por cierto, muy longeva. Su follaje es perenne y los frutos son unos conos esféricos de color azul blanquecino que gustan mucho a las aves.
Bibliografía
- Gonzalo Mateo Sanz, Javier Fabado Alós y Cristina Torres Gómez: "Cartografía de la flora de la comarca del Jiloca", Rev. Xiloca, nº 33 (2005), págs. 155-168
Otras web
- Diario de un paisaje, página web elaborada por los alumnos del Instituto de Educación Secundaria Valle del Jiloca.