Godos

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Pueblo de la provincia de Teruel, actual comarca del Jiloca. En la Edad Media y Moderna, hasta el siglo XIX, formó parte de la antigua Sexma de Barrachina, en la Comunidad de Aldeas de Daroca.

En la periferia de la comarca del Jiloca, hacia el Este, al pie de la Sierra de Cucalón en la orilla del río Pancrudo y muy cerca ya de las Cuencas Mineras, se encuentra la localidad de Godos. Pérdida la autonomía municipal en los años sesenta del pasado siglo al ser agregado a Torrecilla del Rebollar, todavía trata de mantener su propia personalidad histórica a la que no renuncian sus vecinos.

Muestra Godos la riqueza de su pasado en el imponente conjunto patrimonial que suponen su iglesia y su original Torretón, visibles ya en la distancia. En efecto, en el marco de una zona montañosa, se advierte en medio de la llanura la orgullosa torre que, sin duda, formaba parte de su antiguo castillo. La torre mudéjar del campanario y la iglesia parroquial, fuerzan asimismo la inclusión del pueblo en la necesaria ruta turística comarcal.

La fuerte emigración a los grandes núcleos urbanos que culminó a mediados de la pasada centuria, ha dejado la tasa de población en solo 4 habitantes / km2, en el mismo umbral de la despoblación, apenas rota en ciertas festividades estivales que congregan a buena parte de los hijos ausentes. El centenar escaso de vecinos que permanece durante el resto del año enfrentado al abandono de muchas de las casas, la sequía del terreno, el olvido o la dureza de la climatología, mantiene todavía vivo el espíritu de Godos, y ello a pesar de la avanzada edad de la mayor parte de vecinos.

Medio ambiente

Está situado sobre una loma de materiales arcillosos, ya que este tipo de litología es la que predomina en el sector oriental de la depresión de Calatayud-Montalbán. Al sur de Godos, el barranco de Molinos, afluente del río Pancrudo, separa la amplia zona de cultivos, cercana a la localidad, de los relieves de la Serratilla correspondientes a calizas y margas blanquecinas miocenas que sirven de divisoria respecto al valle del río Pancrudo. Dicha zona de cultivos aparece salpicada por rodales dispersos de sabina albar (Juniperus thurifera) y al sur de ésta aparecen pastizales de lastón (Brachypodium retusum), con un matorral disperso de asnallo y aliagas.

TOPONIMIA

Godeños de gentilicio, cariñosamente son conocidos por repulidos. El nombre de Godos aparece ya en referencias del siglo XII, posiblemente debido a primitivos pobladores de origen germánico.

El núcleo urbano lo compone una docena de calles, generalmente espaciosas, con nombre como Barrio Bajo, La Ilarza, La Piedra Gorda, Callejón del Royo, Plaza, Peña y otras como San Antón o La Verónica. En el término encontramos curiosos nombres de partidas hoy muchos de origen desconocido, como Las Coronas, Cabezo Gordo, Saucar, Camaresa, Olla del Pelao, Pedro Manco, Urosa, Olla Macha, Serretilla, Tollo, Mejina, Calborranos, Solanas, Piedragorda, Tejería, Fuentecillas, Guijarros, etc.

Los caminos de acceso a los pueblos vecinos están en general bien cuidados, como La Rubia que lleva a Fonfría, Camino Alto a Torrecilla, Nueros y otros que unen diferentes partidas del término como San Cristóbal, del Río, Rebollar, Humbrías, Piedragorda ...

Se han hecho excavaciones arqueológicas en la zona del Castillo, San Cristóbal, Currutacas y en el Cabezo de las Fuentecillas, donde se ha encontrado un interesante conjunto de industria lítica de 28 piezas de sílex.

Entre sus montañas destaca Valondo, El Rebollar y La Solana de la Cautiva. A pesar de ser tierra de secano, proliferan fuentes como Fuente Vieja, y la del Pueblo o Nueva, del Pelao, del Barranco del Saucar, Pedro Manco, o la de la Salud, así llamada por creer que su agua tiene la virtud de sanar de la desgana y hacer recuperar el apetito.

El río Godos nace en Torrecilla del Rebollar, partida de Valondo, atraviesa el término de Godos y desemboca en el Pancrudo cerca de Barrachina, en ocasiones es más caudaloso que el propio río Pancrudo. Sus riberas están jalonadas con interesantes masas de chopos cabeceros.

Demografía

El censo ha sufrido las lógicas variaciones de la historia, fue lugar de refugio en la guerra de los Pedros, padeció epidemias y enfermedades que diezmaron su población. Sabemos que en 1373 se registraron 36 moravedís, 60 en 1387, en 1400 había 48 casas, 18 fuegos en 1495, 1523 y 1609, 61 en 1646, 74 vecinos en 1713, 100 en 1797, Madoz señala a mediados del XIX que contaba con "66 casas en 4 calles y una plaza ... con 50 vecinos y 202 almas". A comienzos del s. XX eran 308 habitantes que más o menos se mantuvieron hasta 1950, pero en 1981 eran ya sólo 86 y 70 en 1984.

Variación demográfica del municipio entre 1990 y 2004
Año 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2004
Habitantes 288 286 322 314 324 361 284 155 86 76 93 91

Además de la propia localidad, la población residía en masadas y caseríos cercanos. En los censos de los años 1860 aparecen los siguientes asentamientos humanos dispersos:

Un poco de historia

La localidad de Godos en 1927

Aldea de la antigua Comunidad de Daroca perteneciente a la sexma de Barrachina, figura ya en los diezmos y primicias que en 1205 tributaban a la iglesia de Santiago de Daroca. En 1711 era aldea, lugar hasta 1785 y ayuntamiento desde 1834. Perteneció sucesivamente a los partidos judiciales de Segura de Baños, Montalbán y desde 1965 al de Calamocha. Hoy es uno de los 57 núcleos de población que forman la comarca del Jiloca.

Perteneció Godos a la orden del Santo Sepulcro, y disponía en el término del poblado de Zarzuela del que quedan todavía restos. En 1333 fue lugar de encuentro del rey Alfonso IV con su consejero Martín Garcés de Marcilla y el caballero turolense Lope de Concud, quien le advirtió de las intrigas, que tramaban contra él, la reina Leonor de Castilla.

Sufrió las correspondientes escaramuzas en las guerras carlistas, y en 1839 el general Espartero obligó a desalojar algunas tropas carlistas atrincheradas en Godos. En la pasada guerra civil durante bastante tiempo estuvo en medio de la frontera entre las tropas republicanas y las de Franco.

Patrimonio arquitectónico

Dada su importancia defensiva destacar la torre fortificada del s. XIV, poco usual por su forma cilíndrica, popularmente conocida por el Torretón. Sin duda vestigio del que fue castillo defensivo construido en la guerra de los Pedros.

La iglesia parroquial de Santa Elena parece que inició su construcción en 1567 terminándose en 1632. Fue parcialmente reconstruida en 1770 según noticia de J.M. Carreras, destacando su torre mudéjar con sendas campanas, Santa Elena y Santa María Magadalena, además del añorado campanico que en un gesto altruista fue cedido hace ya tiempo por Godos para que alegrase con sus sones en Salcedillo. En una vecina colina se alza la ermita de San Cristóbal, construcción de la segunda mitad del s. XVIII, a donde el día del santo acuden en romería los vecinos.

Mención especial merecen los numerosos peirones diseminados en el término. Son 10 en total, pero destacaremos sobre tod los de Santa Bárbara, San Roque y Santa Elena.

Entre las edificaciones civiles destaca el ayuntamiento con lonja de dos arcos, una casa solariega de tres plantas con arco rebajado, blasón familiar, reja y balcón con gran derrame, 3 lavaderos, 2 abrevaderos y 2 fuentes, algunos escudos heráldicos en fachadas de casas, así como abundante cerámica de carácter religioso y un cementerio hoy bastante deteriorado. La Arquitectura del agua también es muy interesante, con el lavadero viejo, la fuente y los molinos Alto y Bajo.

Existe un inventario de patrimonio inmueble más amplio elaborado por el Centro de Estudios del Jiloca en el año 2006, que se puede consultar directamente online o solicitando un Dvd a la Comarca del Jiloca.

Ayuntamiento y Municipio. La administración local

Antigua Casa Consistorial

El municipio tuvo su origen en la Reconquista. Perteneció desde el siglo XIII a la Comunidad de Aldeas de Daroca y al Corregimiento de Daroca. En 1834 se constituyó como municipio, adscrito al partido judicial de Montalbán. En el año 1965 fue transferido al partido judicial de Calamocha. En la década de 1970 perdió su independencia municipal al integrarse en Torrecilla del Rebollar.

Los fondos documentales fueron transferidos con posterioridad al Archivo Municipal de Torrecilla del Rebollar.

Además del Ayuntamiento, podemos destacar otras instituciones públicas:

El Asociacionismo. La sociedad civil

Como sucede en el mundo rural y, especialmente, en los pequeños pueblos, la mayor parte de las agrupaciones de vecinos tienen un carácter religioso: Hermandades, cofradías, etc. La asociación religiosa principal es la Parroquia de Santa Elena, que agrupa a todos los fieles de la localidad. Sin embargo, a lo largo de la historia se podrían destacar otras:

A partir de la Constitución de 1978, una vez consolidada la libertad de asociación y reunión, aparecieron numerosas Asociaciones Culturales:

Linajes y personajes

Tal vez por la escasa población que ha tenido la localidad a lo largo de la historia, el hecho es que la nómina de personalidades destacadas de Godos no es muy extensa.

  • Antonio Fortanet y Godos, nacido en 1498 que fue catedrático de Teología en las universidades de Valladolid y de Zaragoza, además de figurar en diferentes colegios de la orden de Santa Cruz hasta 1553.
  • Fr. Joaquín de Godos, laborioso capuchino que vivió entre el s. XVII y XVIII,
  • Pedro Jarnés Aznar, padre del célebre escritor Benjamín Jarnés, que pasó los últimos años de su vida en Godos donde fue enterrado en 1907 y a cuyo sepelio, naturalmente, asistió su hijo.
  • Entre los contemporáneos nos informan de que el presidente actual del Grupo Folklórico de Zaragoza "Royo del Rabal" es el godeño Francisco Castillo González, que ha recuperado para su repertorio el tradicional Pasatrés de Godos.

Hay constancia de los alcaldes Pero Just y Domingo Pablo en 1373, así como la presencia de 3 y 1 infanzón en los recuentos correspondientes a la Comunidad de Daroca, aunque ignoramos sus nombres. Una inscripción en el ayuntamiento recuerda que fue hecha "En memoria a Pedro Manuel Escuder Gimeno del pueblo de Godos".

Fiestas, costumbres y gastronomía

Procesión Santa Elena, Godos
  • La celebración de San Roque (el 16 de agosto) se hacía antaño con misa y procesión, aunque no había baile. Por la tarde se hacía la corrida pedestre de San Roque, desde el lavadero hasta la mitad de la costera del santo (en el paraje del Royal), donde los corredores eran recibidos por el alguacil o depositario. Los premios eran dos pollos para el primero, uno para el segundo y 25 pesetas para el tercero (años 40-50).
  • Antes se celebraba San Antón con hoguera y cena alrededor de su peirón, en el barrio de San Antón, la vispera del santo, y el día siguiente misa y paso de las caballerías tres veces alrededor del peirón para recibir la correspondiente bendición. La víspera de Santa Elena, el 7 de febrero, se encienden también hogueras junto al peirón, lo mismo que se hace para la Inmaculada Concepción.
  • Otra celebración ya perdida eran los carnavales que, cuando coincidían con las fiestas de Santa Elena, se hacía fiesta muy gorda. Eran carnavales afamados en la zona pues los de Torrecilla del Rebollar así lo recuerdan.
  • En Semana Santa eran típicas las monas de pascua, que comían sobretodo los chicos, y las meriendas de los mozos. El día de la Pascua de mayo los mozos plantaban el mayo en la plaza del pueblo, colocando unas ramas de chopo o flores en la parte alta. También esa noche colocaban enramadas en las puertas de las casas de las mozas, a las novias les ponían ramos de flores y, si la moza no les "caía en gracia" le ponían un cráneo de macho (caballerías) en el tejado de la casa.
  • La bendición de términos en Godos se hacía el primer domingo de mayo desde la ermita de San Cristóbal, a la que se acudía en romería (recuerdan que en tiempos iban también los de Torrecilla del Rebollar). En San Isidro se realizaba concurso de labranza en la cerrada de la Rueda, se trataba de demostrar quien labraba mejor y más recto. Para San Juan se acudía a la balsa del pueblo para lavarse la cara antes de salir el sol. Los de Godos dicen conocer los poderes curativos de las aguas de la fuente del Padre Selleras en Torre los Negros.
  • San Bartolomé se celebraba en Godos el 24 de agosto y era un sólo día de fiesta. Era organizada por la cofradía de San Bartolomé y cada año, por turno, uno de los hermanos obsequiaba con pan y vino a los asistentes a los actos religiosos. Hoy ha desaparecido esta costumbre.

Como en muchas otras localidades en Godos se han practicado diversos juegos tradicionales, todavía hoy se lanza la barra en las fiestas, como se hacía antaño todos los domingos y días festivos, además de partidos de pelota a mano por la mañana, y ya por la tarde se jugaba a las charpas o perras gordas, o se tiraba al palo a la vuelta de la romería a la Virgen de Pelarda.

Dentro de la gastronomía destacaba la matanza del cerdo para la Purísima, tras una cena en común de todo el pueblo. En las distintas hogueras que se encendían para la víspera de las fiestas era típico asar morro de cerdo o patatas a la lumbre. En la romería a la Virgen de Pelarda se comían judías con chorizo y se daba a cada uno medio litro de vino. La dureza de la siega se compensaba con cuatro comidas donde no solían faltar migas con uva, tajadas de tocino, tortilla de patatas, guisados de ternera y pollo, adobo de cerdo e incluso judías verdes y magra. Igualmente el rico ternasco aragonés asado era frecuente en la gastronomía godeña.

En lo que respecta a la música popular, según aparece recogido en el Archivo de música popular de ADRI, el baile local del pasatrés lo solía interpretar una charanga, a menudo la de Burbáguena. Los bailes de plaza se hacían con orquestas de Paniza, Montalbán y otros pueblos. Para los pasacalles eran habituales los de Lanzuela, Félix y Emiliano. Anteriormente también había ido el Tío Caramba de Cutanda. El Ciego de Monreal (Moisés) iba a tocar con su acordeón y su clarinete.

Hubo músicos locales, la mayoría ya fallecidos: Rogelio Palacio (n. 1909), guitarra; Virgilio Fraj, violín; Eulogio Fraj, bandurria; o el Tío Julián, que enseñaba a los más jóvenes, como Gerardo Beltrán (nacido hacia 1930, ya fallecido).

Cofradías y romerías

En el Archivo Histórico de Teruel hay documentación de la Cofradía de San Bartolomé entre 1735 y 1900, y de la Hermandad de la Sangre de Cristo de 1891 a 1893. Para San Bartolomé uno de los hermanos cada año obsequiaba pan y vino cada 24 de agosto a los asistentes a los actos religiosos. Hoy ha desaparecido esta costumbre como la de las procesiones de Semana Santa.

Tres romerías se mantienen vivas en la localidad, dos a la Virgen del Mar o Pelarda en la ermita de Olalla, y otra a Santa Bárbara en la ermita de la localidad, en esta ocasión se hace el primer domingo de mayo para oír misa y bendecir los términos, con el correspondiente reparto de pastas, aguardiente o coñac entre los asistentes.

En junio se hace la Romería del Trago a la Virgen de Pelarda junto a otras localidades vecinas, con misa y procesión alrededor de la ermita y al peirón encabezada por los representantes municipales allí presentes, para comer todos luego en buena armonía. Al volver por la tarde a Godos y llegar a la partida de los Rebollos del Trago, se hace un alto para continuar la fiesta bebiendo vino, bailando y jugando a tirar el palo, de donde viene el dicho: "En Godos existe la procesión del Trago, donde bebe el cura, el alcalde y toda clase de chicos y chacos". Todavía en septiembre se vuelve en la romería del Sitio a la Virgen de Pelarda, junto a otros pueblos.

Personajes populares

Como en otros aspectos de lo que llevamos dicho hasta ahora, debemos a Pablo Fraj buena parte de la información que sigue, como por ejemplo el recuerdo de María la Partera, también conocida como la Sacristana, que ayudaba en los partos de la localidad, los tres bares que llegaron a existir regentados a última hora por el tío Joaquín y las señoras Aurora y Leonor, el sacristán y campanero Damián Belosa o su antecesor Juan Francisco González, Mosen Juan que fue el último sacerdote, las tres tiendicas que en algún momento ofrecían sus servicios con el citado tío Joaquín, Elvira y Ángeles, o los alguaciles Marcos Oliver y Eugenio Garcés.

Dada la abundancia de ganados se recuerdan los célebres esquiladores de Godos, como Luciano, Damián Santos e Ismael, muy solicitados por toda la comarca. También había buenos pastores como Juan Sebastián y Juan José Hernado, o matarifes de la talla de Juan Francisco, Félix y Adolfo González a quienes se amontanaba la faena durante el mes de diciembre.

Igualmente recuerda al barbero Ismael Garcés, al herrero David Castillo, carpinteros como Celedonio Latorre o Pedro Cirugeda, albañiles eran Juan y Jesús Anadón, juez de paz José Fraj, maestro D. Martín Ibáñez durante más de medio siglo por lo que impartió clases a padres e hijos en una misma casa, tambíen lo fueron D. Ricardo, Dª Rufina o D. Jesús Borao, en otras épocas cuando asistían a la escuela numerosos niños. El último médico que residió en Godos fue D. Fernando.

Antes de su incorporación oficial al ayuntamiento de Torrecilla del Rebollar había ejercido como alcalde durante años Miguel Fraj, y concejales eran Joaquín Palacios, Rogelio Martín, Pedro Escuder o Antonio Valero. Posteriormente han sido alcaldes pedáneos Pedro Fraj, Juan Francisco González, Emilio Fraj, Julio Domingo y Moisés Agustín que lo es hoy.

Anécdotas y leyendas

  • Recuerda nuestro informante la travesura infantil que hacían los monaguillos echando moscas en el vino de celebrar misa para que el aprensivo sacerdote lo retirara, lo que aprovechaban aquellos para bebérselo; los festejos del noviazgo solían comenzar junto al lavadero de la fuente Vieja con la excusa de acompañar a las mozas a llevar la ropa lavada a casa, o en el horno o la fuente siempre con similares argumentos.
  • Todavía se conservan en algunas casas pasadizos hasta la iglesia, en cuyos subterráneos se han encontrado bóvedas y restos humanos que han dado lugar a curiosos comentarios sobre el pasado guerrero de la localidad. Aún hay memoria de graves epidemias de gripe y sarampión con los correspondientes tratamientos caseros, medidas de aislamiento, etc., o las fatigas para llevar a la escuela a los niños en las grandes nevadas, de "hasta dos metros de altura".
  • Se cree que alrededor de la fuente Vieja como a un kilómetro del núcleo actual de población existió el primitivo pueblo, como atestiguan algunas ruinas y restos. También se piensa que junto al peirón del Espíritu Santo pudo existir un convento de frailes. Por último, y con esto damos por cerrada la reseña, se cuenta que durante la pasada guerra civil dos vecinos que luchaban en el bando republicano en las inmediaciones de Godos, pasaban con frecuencia al pueblo sin que las fuerzas adversarias que lo ocupaban lo impidiesen.
  • Historias de lobos. Se cuenta que en tiempos hubo lobos en Godos, recuerdan de oir historias de ellos contando que se les veía por la zona de la Megina cuando marchaban con el ganado de la dula.

Enlaces externos

Conocer Teruel