Cutanda
Localidad de la Provincia de Teruel, anexionada en 1971 al municipio de Calamocha.
Medio natural
El pueblo se sitúa en la ladera de una loma modelada en materiales arcillosos y conglomeráticos, y está bordeado por un valle amplio, sobreexcavado por el barranco de la Riera aprovechando los materiales blandos. Hay que destacar por su singularidad el mallo de conglomerado bajo las ruinas del castillo. Al sur de Cutanda, en la incisión del río Pancrudo, aparecen yesos alabastrinos y margas blanquecinas, coronados por calizas miocenas que se modelan en plataformas horizontales. Es aquí donde se observa el mayor contraste entre comunidades vegetales ligadas a formaciones yesíferas, que ocupan las laderas y partes inferiores de estos relieves, y las comunidades de sustratos más calcáreos, donde predominan sabinas, enebros y guillomos, situados en el escarpe superior de dichas morfologías.
Demografía
Para el siglo XV contamos con cuatro recuentos, datados en los años 1414, 1430, 1488 y 1495. Todos ellos son padrones fiscales, y no pretenden reflejar la población real sino el reparto de los impuestos, de ahí la relatividad de cualquier conclusión. La población asignada a Cutanda en cada uno de ellos es muy dispar. Los 41 vecinos que se asignan en 1430 o los 45 fuegos de 1488 nos parecen increíbles, sobre todo al compararlos con los 72 maravedíes de 1414 o con los 71 vecinos que otorga el censo de 1495. La guerra contra Castilla de mediados de siglo, en cuya evolución el castillo desempeñó un importante cometido, debió tener importantes repercusiones demográficas, pero no tantas como para reducir a la mitad la población de la villa. Posiblemente, con los lógicos altibajos provocados por los enfrentamientos bélicos, la población del siglo XV oscilaría entre esas dos últimas cifras (71-72 vecinos), que podríamos convertir (1 vecino = 4.5 habitantes) en unos 320 moradores.
¿Qué suponían los 71-72 vecinos de Cutanda en la estructura demográfica del reino y, especialmente, en los valles del Pancrudo y del Jiloca? El censo de 1495, realizado por mandato de las Cortes de Tarazona, es un recuento global de toda la población aragonesa, y por ello otorga la posibilidad de realizar comparaciones entre las distintas poblaciones. Según este censo, la villa de Cutanda, con 71 vecinos, se configura como el pueblo más grande de todos los localizados en el valle del Pancrudo, a bastante distancia de los 46 vecinos que se le atribuyen a Barrachina o los 40 de Torrecilla, las dos siguientes localidades más pobladas. Si lo comparamos con otros pueblos del valle del Jiloca, sólo era superada por la ciudad de Daroca, con 437 vecinos, Calamocha, con 109, y por los 105 de Burbáguena. Como vemos, a finales de la Edad Media, la villa de Cutanda era una de las principales localidades establecidas en los valles del Jiloca y Pancrudo.
El siglo XVI fue una época expansiva, tal y como parece mostrar todo el reino de Aragón. De los 71 fuegos que residían en Cutanda en el año 1495 se pasa a los 103 del censo de 1646, un incremento importante, pero quizás mucho menor del que muestran otras localidades cercanas. El crecimiento anual entre ambos años apenas será del 0,2. La segunda mitad del siglo XVII mostraría una tendencia al estancamiento o incluso a la baja a causa de las numerosas epidemias y hambrunas que asolaron a nuestros antepasados, además de los inconvenientes de la Guerra de Sucesión. En el año 1713 la población de Cutanda había disminuido ligeramente, para no alcanzar el centenar de fuegos.
Durante el siglo XVIII la población cutandina conoció su mayor crecimiento. Conocemos varios censos realizados a lo largo de la centuria que nos podrían ayudar a comprobar la evolución demográfica, pero no todos son utilizables. Los censos de 1717, 1722 y 1787 pecan de una gran ocultación, tal vez porque su finalidad última era la de utilizarlos con fines fiscales, además de copiarse unos a otros. Del mismo modo, el recuento de vecinos de 1745 citado por Pilar Pueyo quizás esté bastante crecido, ya que al ser realizado por el párroco se utilizó un sistema de recuento por feligreses que no tiene porque coincidir con la familia fiscal. El censo más fiable parece ser el de 1797 que otorga una población de 167 vecinos. Si comparamos los censos de 1713 y de 1797, podemos establecer como a lo largo del siglo XVIII la población aumenta en un setenta por ciento, con un incremento anual del 0,8.
La sangría emigratoria afectó duramente a la villa de Cutanda, que pierde entre 1940 y 1970 a más de la mitad de la población, poniendo en peligro la supervivencia de muchas casas. De los 723 habitantes que residían cotidianamente en la localidad en el año 1946 se pasa a los 335 que siguen viviendo en el año 1969. El proceso emigratorio alcanza su máximo auge a finales de los cincuenta y primera mitad de los sesenta, continuando a un ritmo más lento en la segunda mitad. Estas fechas coinciden con la expansión de los polígonos industriales en las ciudades. Gran parte de los cutandinos, cansados de sobrevivir con escasas tierras y duras condiciones de trabajo, deciden marcharse en masa hacia las ciudades, buscando nuevos medios de vida. Los hermanos se llamaban entre si cuando encontraban trabajo, y después venían los primos y amigos. Entre 1960 y 1966, en seis años, el pueblo perdió un total de 231 personas
Variación demográfica del municipio entre 1990 y 2004 | ||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Año | 1900 | 1910 | 1920 | 1930 | 1940 | 1950 | 1960 | 1970 | 1981 | 1991 | 2001 | 2004 |
Habitantes | 630 | 685 | 762 | 786 | 898 | 838 | 579 | 300 | 187 | 128 | 94 | 101 |
Además de la propia localidad, la población residía en masadas y caseríos cercanos. En los censos de los años 1860 aparecen los siguientes asentamientos humanos dispersos:
- Batán de Eusebio Polo
- Molino de José Tolosa
- La Tejería
- Masada de Aranda
- Masada de Ricarte
- Masada de Valiente
Algunos datos de su historia
A finales de la Edad Media se anexionó el Castillico de Cervera.
Patrimonio arquitectónico
La arquitectura más destacable de la villa estaba relacionada con su vinculación al señorío del obispo de Zaragoza: el castillo como símbolo del dominio feudal y la Iglesia y su torre como templo arzobispal. En la Iglesia puede apreciarse un interesante reloj de sol polar.
El resto de los edificios son más sencillos, pudiendo destacarse las ermitas de San Juan Bautista y San Vicente, y el antiguo Ayuntamiento con su lonja.
Respecto a la arquitectura vinculada al agua, hay que destacar que el término municipal de Cutanda, antes de su anexión con Calamocha, incluía una pequeña parte del valle del Pancrudo, en donde se había construido una corta acequia y edificado un molino harinero. Los regadíos en esta parte del valle son muy escasos, pues nos encontramos en una zona donde el río discurre encajado. La vega de este pueblo se localizaba en la Rambla del Regajo. Como edificaciones se pueden destacar el molino y la fuente.
Existe un inventario de patrimonio inmueble más amplio elaborado por el Centro de Estudios del Jiloca en el año 2006, que se puede consultar directamente online o solicitando un Dvd a la Comarca del Jiloca.
Ayuntamiento y Municipio. La administración local
El municipio tuvo su origen en la Reconquista. Fue lugar de señorío perteneciente al Arzobispado de Zaragoza, quedando fuera de la Comunidad de Aldeas de Daroca. En 1834 es integrado en el Partido judicial de Calamocha y en la provincia de Teruel. En 1971 pierde su independencia tras ser anexionado al municipio de Calamocha.
En el acta de incorporación se especificaba que el Ayuntamiento de Calamocha se haría cargo de coger y guardar toda la documentación municipal, pero no fue así. La documentación siguió depositada en la Casa Consistorial de Cutanda durante más de veinte años, arrinconada en un cuarto, hasta que, en el año 1991, fue recogida y depositada en el Archivo Municipal de Calamocha.
Además del Ayuntamiento, podemos destacar otras instituciones públicas:
El Asociacionismo. La sociedad civil
Como sucede en el mundo rural y, especialmente, en los pequeños pueblos, la mayor parte de las agrupaciones de vecinos tienen un carácter religioso: Hermandades, cofradías, etc. La asociación religiosa principal es la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que agrupa a todos los fieles de la localidad. Sin embargo, a lo largo de la historia se podrían destacar otras:
- Cofradía de María Santísima de Pelarda
- Hermandad de la Sangre de Cristo
- Cofradía de Todos los Santos
- Cofradía de Santísimo Sacramento
- Cofradía de la Unión
Encontramos también algunas comunidades de regantes, sociedades, cooperativas y grupos sindicales relacionados con el trabajo agrícola y ganadero.
A partir de la Constitución de 1978, una vez consolidada la libertad de asociación y reunión, aparecieron varias Asociaciones Culturales:
Linajes y personajes
- Escudo Municipal de Cutanda
- Muhammad b. ‘Abd Ar-Rahman Al-Kutandi, poeta del siglo XII
- Latorre Bazán, Nacho, diseñador de moda
Fiestas, costumbres y gastronomía
- Tres eran las hogueras que tradicionalmente se celebraban en Cutanda: Santa Bárbara (4 de diciembre), en que se hacía una hoguera junto al peirón de Santa Bárbara, a la que acudían los chavales con los maestros, realizando una cruz en el suelo que rellenaban con piedrecillas; para Santa Lucía (13 de diciembre), que se hacían por barrios; y para San Antón (17 de enero) que eran también por barrios y cada vecino aportaba fajos de leña en función de la devoción que le tuviera al santo y del número de animales que tuviera en casa. El día del santo se bendecían las caballerías y se daba una vuelta al pairón con ellas, tras darles de abrevar en la fuente vieja.
- Una de las fiestas populares perdidas en la actualidad, que se celebraban en Cutanda eran las fiestas de San Vicente, que duraban hasta siete días.
- Los carnavales se celebraron en otro tiempo en Cutanda durante tres días, una de las costumbres más arraigadas era comer longaniza frita en conserva el jueves lardero.
- El mayo lo plantaban los mozos en Cutanda el sábado anterior al día de la Pascua florida, permaneciendo en la plaza hasta el día de la Pascua de Pentecostés. Esa noche les ponían a las mozas unos "ramos de caramelos", consistentes en unas ramicas de chopo adornadas con bolsas de caramelos colgando. En la puerta de la iglesia se ponía una enramada en forma de arco a base de ramas de ciruelo.
- La bendición de términos se hacía el 3 de mayo desde el Calvario y parece ser que en un principio sólo acudían hombres. Ese mismo día se cambiaban de casa o amo los pastores y criados, esa especie de contrato de palabra duraba un año y, si se imcumplía, se decía que había hecho "sanpedro" o "Sanpedrada". En el mes de mayo tenían lugar también las rogativas al santuario de Pelarda convocadas por el párroco de la localidad.
- San Isidro ha sido fiesta celebrada en Cutanda desde hace menos tiempo, parece era organizada por la hermandad de labradores y en ella se realizaba aurora, rosario, misa y procesión con el santo. Tras las celebraciones la hermandad convidaba a un refresco y por la tarde se hacía el concurso de arada en la zona de "La Llana". El día de San Isidro, el juez de paz convidaba a los mozos a tomar una copa de anís y torta a su casa.
- Para San Juan se acudía al río para lavarse la cara antes de salir el sol y muchos son los vecinos de la localidad que conocen las propiedades de la fuente del Padre Selleras de Torre los Negros.
- Una de las celebraciones más arraigadas antaño era la de fiestas de Santa Ana, pues junto con San Vicente Mártir, han sido los patronos oficiales de la localidad
- Se tiene noticia desde comienzos del siglo XVIII de un antiguo dance que se representaba cuando acudían los vecinos de la localidad a las romerías de Pelarda y la Virgen de la Langosta. Los de Cutanda recuerdan que acudían al santuario de Pelarda romería Pelarda, sita en término municipal de Olalla, en dos ocasiones, aunque apenas recuerdan de acudir al de la Langosta.
- Hoy persiste un baile procesional en honor de San Roque que tal vez pudiera corresponder a una de las mudanzas que se interpretaban en el dance. La tarde del 16 de agosto se engalana la imagen con ofrendas: un roscón enorme alrededor del cuello y uvas y rosquillas en la vara, que luego se reparte entre los asistentes. Al son de la dulzaina y el tamboril dos filas de bailadores encabezan la procesión, que se detiene de vez en cuando para recitar los dichos. Este baile tiene lugar en el marco de las fiestas de San roque, que antaño duraban 4 o 5 días.
Una costumbre muy arraigada relacionada con las fechas en que los mozos se alistaban y marchaban al servicio militar era la conocida como semana de los quintos.
En lo que respecta a la música popular, según aparece recogido en el Archivo de música popular de ADRI, Casimiro Anadón Simón (1887-1945), gaitero de Cutanda, más conocido por el sonoro sobrenombre del Tío Caramba, fue una figura muy celebrada en todo el territorio. Además de tocar la dulzaina tocaba la guitarra y cantaba, y conjuntó algunas rondallas. Tocó asiduamente en todos los pueblos de la sierra de Cucalón y el Pancrudo, acompañado al tambor por el Tío José, el Tío Casimiro y el Tío Manuel.
Se conserva alguna pieza de su repertorio, gracias a que su cargo de gaitero de Cutanda fue heredado por Miguel Serrano Martín (n. 1931). El citado y su habitual acompañante al tambor, Tomás Esteban Fabra (n. 1930; buen dulzainero también), siguieron tocando durante años en las fiestas del pueblo. A ambos se les ha conocido siempre como Los gaiteros de Cutanda. En los tiempos recientes, el joven Álvaro Serrano ha tocado la dulzaina junto a Tomás Esteban, en sustitución de Miguel Serrano.
Tomás Esteban nos citó a los antiguos tañedores de Cutanda: Aurelio, Agustín y el Peca (bandurria, laúd y guitarra, respectivamente), quienes hacían el baile en el pueblo y en las fiestas de los pueblos próximos (Olalla, Nueros y otros lugares).
Leyendas y anécdotas
- Leyendas en torno a los túneles del castillo de Cutanda
- Historias de la Batalla de las Celadas
- Historias de lobos. Cuentan que en la zona de La Dehesa y el Barranco Hondo pastaban las vacas antaño y los pastores tenían miedo de los ataques de los lobos que, según cuentan, había por la zona.
Enlaces externos
Cutanda Web: http://www.tinet.org/=Imnc/Cutanda
Bitácora de Cutanda: http://cutanda-teruel.blogspot.com
Bibliografía
- Ortega Ortega, Julián (1998): "Sociedad y administración del territorio en el tagr al-‘alà: El ejemplo del iqlim de Qutanda", en Arqueología y territorio medieval, ISSN 1134-3184, Nº 5, pags. 31-54 Descargar texto