Archivo de los Mateo
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Al mismo tiempo que se han inventariado los fondos públicos y privados, se ha iniciado la catalogación de algunos fondos particulares, intentando preservar la documentación que más riesgo tiene de desaparece.
El archivo de la familia Mateo es un fondo privado que, en sus orígenes, se encontraba ubicado en una antigua vivienda de Ojos Negros, la denominada Casa Grande, situada en la Calle Cuatro Esquinas, nº 20, de Ojos Negros. Seguramente estaría guardado en algún despacho hoy desaparecido. En el año 1902 la última descendiente de los Liñán vendió la Casa Grande a Francisco Pintado Delgado. La venta afectó al inmueble y a casi todo lo que contenía: el archivo, muebles, utensilios domésticos e incluso las ropas. Se conserva alguna fotografía de principios de siglo en la que aparece la familia Pintado disfrazada con ropas de siglos anteriores, procedentes seguramente de los baúles de los Mateo, recordando el pasado nobiliario de la casona.
La familia Pintado procedía de Madrid. Compraron los bienes de los Mateos en un intento de asentarse en Ojos Negros pero, tras el temprano fallecimiento de Francisco hacia el año 1910, su mujer, Carmen Carranza, y sus hijas, M. del Carmen y Rosario Pintado Carranza, regresaron a Madrid. La Casa de los Mateo fue prácticamente abandonada, sufriendo un profundo deterioro. Gran parte del archivo debió ser destruido, salvándose únicamente la correspondencia, que fue almacenada en dos enormes cajones de madera.
En 1947 Santos Paricio y Blasco, dueño de una pequeña tienda en Ojos Negros, decidió comprar la antigua casona. Su objetivo era conservar una pequeña parte para vivienda y derribar el resto, pues amenazaba ruina. La venta afectó exclusivamente al edificio. Los muebles, las ropas, seis puertas de dos hojas, dos puertas de una hoja y el archivo fueron retirados previamente por los Pintados, aunque en el caso del archivo se llegó a un posterior acuerdo. M. Carmen.
El archivo permaneció de este modo en su lugar de origen, aunque muy fragmentado en comparación con su primitivo estado. La Casa Grande de los Mateo-Liñán no corrió la misma suerte. Santos Paricio, como era su idea original, se reservó un edificio anexo situado en la calle Castellana para construir una pequeña vivienda y, hacia 1949, vendió la Casa Grande a una empresa de derribos de Teruel que estaba interesada por las vigas de madera y las puertas, desapareciendo de este modo el inmueble.
En las últimas décadas el archivo familiar ha sido guardado por la hija de Santos, Teresa Paricio, que lo ha cuidado con esmero y cariño, permitiéndonos que hoy lo podamos conocer y sacar a la luz. El archivo, tal y como se conserva actualmente, está formado por 753 documentos que abarcan desde 1685 a 1868, generados por la familia Mateo y por sus descendientes, los Liñán.
El proyecto de catalogación del archivo, asumido desde el Centro de Estudios del Jiloca con la autorización de Teresa Paricio, consta de tres etapas:
- Catalogación de la documentación.
- Digitalización de los documentos.
- Creación de una base de datos en formato digital.
Para la catalogación del archivo se ha elaborado un organigrama de clasificación basado en los criterios que sigue la Sección de Nobleza del Archivo Histórico Nacional. Su organización nos parecía un sistema adecuado, ya que el comportamiento social de las familias hidalgas del mundo rural, a pesar de no poseer las dimensiones de la gran aristocracia, seguía a grandes rasgos sus mismas pautas. Muchos autores coinciden en destacar el mimetismo de las grandes familias rurales, que siguen en todo momento el ideal aristocrático emanado desde el poder. Eso sí, se ha simplificado, adaptándolo al tamaño real y social de la familia Mateo.
La digitalización ha sido realizada con un scanner HP Scanget Automatic Documen FEEDER. El formato elegido para guardar las imágenes ha sido PDF de Adobe, pues permitía guardar cada expediente en un único archivo digital y facilitaba su consulta, al tratarse de un sofware de difusión gratuita.
La base de datos, última etapa del proceso, ha sido diseñada en Filemaker Pro. Se ha elegido este sofware por diversos motivos, entre los que se pueden destacar su versatilidad, la facilidad para el diseño de presentaciones, la posibilidad de relacionar los registros con ficheros PDF (fundamental en nuestro caso) y la viabilidad para realizar aplicaciones autoejecutables. El resultado final ha sido un DVD interactivo, en el que se puede consultar la base de datos, seleccionar el registro que interese y consultar los fondos digitalizados correspondientes.
Más información en el ESTUDIO INTRODUCTORIO.